miércoles, 17 de septiembre de 2008

el columpio


Ayer buscando una secuencia de la película de Álvaro Fernández Armero, Todo es mentira, me volví a topar con este delicioso corto anterior a la peli. Lo habré visto mil veces y tengo que decir que después de lo que ha llovido (el corto es del 92), me resultó bastante actual.

Para mí los cortos tienen tanto mérito. Apenas 8 minutos geniales, una historia sencilla en el metro, miradas que se cruzan y diálogo telepático.

Goya merecidísimo, disfrútenlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que guapa... recuerdo aquel corto, antes de la ardilla roja, y yo alucinando en el cine

gracias por los recuerdos

M